Santander, 1912 / Londres, 1984
El pintor cuyo nombre completo es Antonio Manuel Ruiz Quirós Arroyo nació en Santander el 29 de agosto de 1912 en el seno de una familia relacionada con el mundo de la cultura y el arte. Sus padres, Manuel Ruiz-Quirós Gutiérrez y Balbina Arroyo Besoy contaban entre sus familiares con María Gutiérrez Blanchard o Matilde de la Torre. Desde muy niño surgió en él el interés por la pintura, llegando prácticamente a abandonar sus estudios, motivo por el que su padre acabó aceptando esta situación y le asociará al Ateneo de Santander; allí conocerá a Gerardo Diego.
Asimismo pretendió que comenzara sus estudios de pintura en el taller de Gerardo de Alvear, pero, al partir este pintor hacia Argentina en 1927, esta iniciativa resultó inviable. Será entonces cuando comience sus estudios pictóricos junto al pintor Camoyano, artista anquilosado en el pasado que no podrá enseñarle más que unas sencillas nociones técnicas, motivo por el que podemos considerar a Quirós como un pintor autodidacta, ya que serán éstas las únicas enseñanzas que reciba.

Foto de Juan Dolcet.
Del 22 al 31 de julio de 1931 expondrá en el Ateneo de Santander, junto a sus amigos Luis Polo y Patricio Sánchez. En los primeros años de la década de los treinta serán notorias en sus pinturas las influencias de Ricardo Bernardo y de su tía María Blanchard, cuya muerte se producirá en 1932. La influencia de Bernardo es bastante normal, puesto que a comienzos de 1930 era uno de los pintores más renovadores de entre los que residían en Cantabria. Más extraña resulta la de María Blanchard a la que no sabemos si llegó a conocer.
En la década de los treinta conoce a Federico García Lorca en sus viajes con “La Barraca” por Cantabria. De la mano de Lorca y de artistas de la generación del 27 entrará en el mundo del surrealismo. Expondrá en enero de 1934 en el Ateneo de Santander, al lado de Justo Colongues Cabrero. En 1935 colaboró con “La Barraca” en la realización de alguna escenografía.
En octubre de 1935 expondrá de nuevo en el Ateneo de Santander y en enero de 1936 en la Biblioteca Popular de Torrelavega. Realiza, asimismo, decorados para alguna obra de teatro.
Con el estallido de la Guerra de España trabaja durante un año como dibujante en el Estado Mayor republicano. Al caer Santander en manos de los rebeldes en agosto 1937 se verá obligado a abandonar la ciudad, trasladándose vía Cataluña a Valencia y Extremadura, desde donde se exiliará a Francia. Con el comienzo de la Segunda Guerra Mundial y su lucha en la resistencia pasará por diversos campos de concentración y será deportado por los alemanes.
Hasta 1952 durará su exilio en Francia. Durante estos años realiza diferentes exposiciones. En 1950 había contraído matrimonio con la americana Berenice Kammermann. En 1951 vuelve por primera vez a España por breve espacio de tiempo ante el fallecimiento de su padre. Aproximadamente un año después se instalará en Madrid. Podemos decir que desde su regreso a España su personal estilo queda perfectamente definido, permaneciendo fiel a sus rigurosas composiciones hasta su muerte. Su peculiar plástica, plagada de rígidos seres de fuerte verticalidad conseguidos a través de hermosos colores de brillo esmaltado, resulta inconfundible. Realizará a partir de su regreso innumerables exposiciones. En 1962 se le concede el Premio de la Crítica y en 1965 la Medalla de Oro Eugenio D’Ors a las Artes Plásticas.
En 1984 morirá en Londres. Ese mismo año el Museo de Bellas Artes de Santander le dedicará una exposición homenaje en el mes de agosto. Su personal e inconfundible obra se encuentra en Museos y colecciones privadas repartidos por todo el mundo.
Fuente: Esther López Sobrado (Historia Hispánica)