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Barcenilla de Piélagos 1908 – Torrelavega 1991

Mauro Muriedas fue el primero de cinco hermanos. En 1920, al fallecer su madre, se dedica a cuidar vacas en una finca de Cabo Mayor en Santander. Las estampas que vio Mauro desde el primer momento, el ambiente campesino de Barcenilla y la vida ganadera de Cabo Mayor iban a ser reflejadas en sus obras. Más tarde se traslada a Torrelavega, donde residiría hasta su muerte en 1991. Desde muy joven comienza a trabajar en la RCA de Minas y ayuda a su padre al salir del trabajo en el taller de carpintería que tenía debajo de su casa. Allí realizó Mauro su primer intento escultórico: un pasiego de tamaño natural.

Vivió su juventud en Torrelavega, ciudad en la que estudió en la Escuela de Artes y Oficios que dirigía Hermilio Alcalde del Río. En 1931 consiguió una beca de la Diputación de Santander para ampliar su formación escultórica en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid, donde se relacionó con Victorio Macho y Daniel Vázquez Díaz.

La Guerra Española le sorprende junto a otros 35 compañeros de Torrelavega que habían sido seleccionados para participar en la Olimpiada Popular de Barcelona. Entre ellos estaban José Luis Hidalgo y Francisco Charines. La rebelión militar le impediría aprovechar una nueva beca de la Diputación, en esta ocasión para estudiar en el extranjero. Durante la guerra estuvo movilizado en los dos frentes. Primero con el ejército republicano, después, tras un periodo de militarización en la RCA y cárcel, le enviaron a Pamplona para que se incorporase al ejército de Franco.

Mauro Muriedas es el joven que lleva un cordero sobre los hombros en el lienzo ‘Día de Mercado’ (1934) de Ricardo Bernardo

Expuso en el Ateneo de Santander (1934 y 1935), la Biblioteca Popular de Torrelavega (1947), la Sala Sur de Santander (1972) y el Museo de Bellas Artes de Santander (1977). Su obra fue reconocida en los Salones de Otoño de Madrid (1957 y 1972). Recibió los homenajes de la Biblioteca Popular (1954), Sala Sur (1972) y Caja Cantabria (2000). En 1981 la Fundación Santillana organizó una retrospectiva de su obra. En 1999 se inauguró en Torrelavega una sala de exposiciones con su nombre. Su obra escultórica, preferentemente en madera noble, es sólida y recia, con sobriedad en el tratamiento del material y en la temática, sobre todo costumbrista. En el año 2000 se reunieron en un libro sus bocetos y dibujos.

 

Fuente: Fundación Bruno Alonso; y Mario Crespo López